Cuando hablamos de aspectos doctrinales, lo hacemos pensando en los puntos básicos de la filosofía y la doctrina cooperativa, que debería cimentar éste tipo de empresas.
A estos aspectos doctrinales bien lo podríamos denominar el “Espíritu de la Cooperativa”, ya que se encuentran plasmados en una completa y compleja doctrina que se viene desarrollando desde los comienzos de la experiencia cooperativa, mediados del siglo XIX.
Los puntos centrales que puntualizaremos son esencia, valores y finalidad:
- Esencia: Está dada por la unión de los asociados, que equivale a asociación, el esfuerzo propio de cada uno de los asociados que en la compañía implica ayuda mutua y solidaria,constituyendo las bases orgánicas - administrativas del sistema.
- Valores: Son base y causa de las particularidades en los aspectos sociales y económicos. La libertad es posibilidad de elección, de acto voluntario y de realización. Se desarrolla la solidaridad en el esfuerzo por la propia superación y en la mutua colaboración. De esta manera, se humaniza la justicia a través de la equidad, llevada a la práctica en la distribución proporcional al esfuerzo realizado.
- Finalidad: El propósito inmediato de toda Cooperativa es satisfacer necesidades. Desde esta finalidad se mejora la calidad de vida de sus Asociados y se dignifica al hombre.